Fiel compañero de viaje

Cuando el silencio todo lo calla, ahí sigue su melodía. Cuando parece que todo está perdido y la toalla a ras del suelo, ahí está ese pálpito que indica que la toalla al cuello y a seguir sudando.

Y nunca encontrarás nada más sincero que él, tu propio corazón, tu compañero de viaje. Ese que se revoluciona ante el miedo o la ira, quien queda en calma en momentos habituales y el que se desenfrena junto con las mariposas de tu estómago cuando sabe que algo te produce amor.

Por eso escúchalo, nadie te conoce mejor que él que incluso siendo del tamaño de una lenteja ya formaba parte de ti. Sólo él sabrá guiarte por el camino correcto, sólo es cuestión de escucharlo.

La realidad

Hoy, por primera vez, he dejado al egoísmo ganar para pensar en mi antes que en nadie. Me he dejado llevar por el amor propio y el respeto y he llegado así a la conclusión de que quien de verdad te quiere, todo el tiempo a tu lado se le hace corto, todas las miradas, sonrisas, abrazos y besos que te dedica, se le hace poco.
Quien de verdad te quiere no tiene ni tiempo ni ganas de discusiones porque sabe que la vida son dos días y no estamos para malgastarlos.
Quien de verdad te quiere prende en una hoguera todo su orgullo, rabia y maleza y da todo lo que puede para hacerte feliz cada segundo.
Quien de verdad te quiere se sincera contigo y su propia persona, pues sabe que si no lo hace.. te hiere y se hiere.
Quien de verdad te quiere no espera que tú hagas algo para responderlo, sino que actúa de forma espontánea porque el corazón se lo pide.
Quien de verdad te quiere sabe cuando estás mal incluso a través de un simple mensaje.
Pero lo que realmente caracteriza a todas esas personas que de verdad te quieren, es eso, que te quieren y por eso te lo van a decir de frente, directo a los ojos para que con la mirada puedas entender que sus palabras van llenas de sinceridad. Y puede que no te lo diga a diario, pues es algo que como humanos nos lo retraemos continuamente, pero bastará la sinceridad de su mirada para saber que ese "te quiero" va cargado de millones de te quieros más.

Por eso, vamos a dejar a egoísmo propio entrar de vez en cuando en nuestras vidas, para querernos cada día un poquito más y dar portazo a aquello que no viene a hacernos felices.

Lo que la mirada no calla...

Cuando alguien intenta hacerte ver algo que tú... no es que no lo quieras ver, es que sabes que no lo puedes ver, confrontan contra ti multitud de cosas que te hacen ver la realidad.

No termino de entender por qué la gente no es valiente y demuestra lo que piensa y siente en realidad. ¿Por qué somos tan cobardes si lo que en realidad buscamos es estar bien con nosotros mismos?

A mí no me gusta desconfiar de nadie y de hecho no lo hago hasta que, por pasarme de observadora, los actos de las personas me revelan la realidad. Y puede que a alguien le pregunte algo y me lo niegue rotundamente, pero ahí están sus manos, sus ojos y la forma en que se mueve y busca las palabras... lo que te hace ver que algo está siendo enmascarado.

Quizá quien te hiere no busca hacerlo de forma directa, quizá busca el agujero más pequeño por el que actuar, o la ayuda de los demás como tapadera, pero al final... sea quien sea...se le acaban viendo las orejas.

Mueve ficha

Y que la vida es como un juego que empieza en la casilla de "Salida" y desemboca en la de "Fin". La diferencia, que en algunos juegos la "marcha atrás" está permitida pero en la vida NUNCA. Desde que nacemos estamos obligados a mover ficha día a día y caigamos en la casilla que caigamos, jamás podemos retroceder. Para algunos el juego consta de muchas casillas, para otros no tantas y otros sin embargo...no llegan a partir de la casilla de "Salida". Es muy triste, si. Por ello, no dejes que nadie mueva ficha por ti, que nadie sea la mano que te coge como ficha y te coloca a su antojo...avanzando contigo hasta la casilla que le conviene...para finalmente dejarte ahí y continuar con otra ficha diferente y así sucesivamente hasta el juego termina. Mueve tú mismo tu ficha, no dejes que nadie la mueva, tampoco tengas prisa porque en el dado salga séis, no corras, pide un uno, que todo va muy deprisa y no tenemos prisa por nada.

Empieza a atardecer y el sol se oculta entre las montañas, las olas siguen su curso meciéndose sin cesar, las sombrillas se van cerrando y la gente poco a poco deja la playa como un desierto.
Levanto la vista de mi libro, miro al horizonte y escucho el susurro del mar junto con el lejano sonido de las gaviotas... veo como el azul del cielo va dejando paso a una gama de rosas y violetas que dan la bienvenida a una nueva noche.
Cierro mi libro, me alejo del mar, limpio la arena de mis pies y bajo un suspiro digo adiós a la playa un año más.

Un nuevo 11 de julio que nos da los buenos días. Una nueva felicitación, pero esta vez vale por dos. Si, un mismo día de años diferentes...hoy cumplen años mis dos hermanos! 
Un año más aquí estoy para felicitar a mis padrinos, desearles un gran día, un felíz cumpleaños y que aún nos queden muchos más; a ellos por cumplir y a mi por verlos y celebrarlos junto a ellos.
¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES! 

9 de julio de 2013. Hoy toca soplar velas, o mejor dicho, la vela. Hace un añito que nació el principito de esta casa, nuestra alegría diaria, el que para mí siempre será el mejor regalo de cumpleaños.
Un año pasa volado, pero da para mucho. En este tiempo he disfrutado viendo sus primeras comidas, escuchando sus primeras palabras e incluso viendo el progreso en sus primeros pasitos.
Nada me alegra más que disfrutar día a día de su presencia y sobre todo poder seguirlo en sus primeros pasos.
Desde hace 5 años tenfo la ilusión de ser tía, pero hace 1 que ya lo soy y sólo puedo decir que me encanta y no lo cambio por nada.
Hoy es uno, pero seguiremos soplando velas muñeco. Porque eres mi capricho, mi principito y el canijo pero a la vez gigante que alegra mis dias...

¡¡¡FELICIDADES RUBÉN!!!