¿a quien pretendo engañar?

Ójala todos los días fuesen igual de brillantes y perfectos; ójala nunca el ánimo estuviese por los suelos... pero esto es así, unos días te puedes levantar de un salto de la cama y con la mejor de tus sonrisas y otros en cambio, sin ganas ni de mirarte al espejo.
Qué difícil es todo, ¿verdad?, pero hay que saber afrontar cada día de la mejor forma posible, dibujar la mejor de tus caras y un día más, dar un paso al frente independientemente de los problemas que inundan tu cabeza.
Porque no podemos hacer nada cuando  tenemos un día plof... simplemente, sonreír una vez más y afrontar que esto es así y que el fin del mundo aún no ha llegado...