Millones de veces he deseado borrar un día, un instante, un momento, incluso un año entero. A veces, me gustaría volver atrás, a mi infancia, a esa niñez donde todo era felicidad y nada preocupaciones, donde el tiempo pasaba y qué importaba lo que nos trajese el día a día.
Otras veces en cambio, me gusta vivir el presente, no pensar en el pasado y mucho menos en el futuro. Vivir el día a día, contemplar y disfrutar la cantidad de momentos que nos brinda la vida y mostrar ilusión y valentía por los que me queda por vivir.
Porque a pesar de que no siempre tengo un día 10, sé que debo mirar hacia delante y pensar en positivo, viviendo el momento y aprovechando cada situación de la mejor forma posible, porque nunca más volverá.
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