12...*

Hoy es uno de esos días que no sé muy bien cómo calificarlo… Ha sido un día alegre por el hecho de que todo terminó y empieza algo que tanto tiempo hemos estado esperando, que por fin ha llegado el momento de dejar a un lado la teoría y desplazarnos a aquel lugar de grandes ventanas para llevar a la práctica todo lo aprendido… De ponernos frente a esos pequeños monstruitos que durante mes y medio nos harán sonreír día a día, de sentirnos por primera vez de esa forma que algún día nos sentiremos en un futuro, como lo que seremos, maestras.

Pero por otra parte…mi sensibilidad se apodera de mi una vez más y hoy es uno de esos días en los que un abrazo, una sonrisa, dos besos, incluso un simple guiño, hacen que me ponga un poco melancólica… por la simple razón de que ahora todo cambia, pensar que hasta finales de Enero no volveré a pasar tardes y tardes en la universidad, cansada de estar aguantando las clases (unas más pesadas que otras…), pero ¿qué importa lo pesadas o aburridas que sean?, ¿qué importa lo malo que sea el día?, ¿Qué importa el agobio que tengas por todo el trabajo que te queda por delante?, qué importa si ellas están allí... haciendo cada tarde única e inigualable, aportando cada una alguna pequeña tontería que nos haga reír, merendolas en la cafetería entre clase y clase, ratitos en el césped, en las garitas o incluso en la biblioteca… Porque a pesar de estar dos meses haciendo algo que realmente nos gusta y nos llena de alegría, echaré de menos las tardes de clase, las tardes con vosotras…

No me quiero poner morriñosa y por tanto…espero que todos los jueves reservemos un ratito de tarde para pasarlo todas juntas en el aborigen… porque no hay nada como una tarde chumi y más contando anécdotas de los pequeñajos…venga, también de los cibercaris… xD

Porque como bien dice María… “SIEMPRE 12, SIEMPRE PAR”.

Y….porque mi mejor regalo de amigo invisible….será veros a todas…

Osquiero chimitillas… =)

Con las 12 chumis que hay aqui,
quien me iba a decir que las 12 me harían sentir,
porque yo juraría que si.
Dime quien me puede asegurar,
que esto es amistad,
porque nadie lo puede negar...
Tienen alegría de noche y de día,
y una sonrisa tan agradecida.
Fueron compañeras, pasaron a amigas
y estas son las chumis que a mi me motivan.
Ellas son brillantes como el sol
y nunca se irán de mi corazón.
Ellas son niñas con ilusión,
quisieron elegir y el destino las unió (BIS)